El que consigue el balón debe dispararlo contra el equipo contrario que está situado tras la raya y que previamente se ha de poner lo más lejos posible de ésta para poder esquivarlo (ya que si le tocara el cuerpo significaría su eliminación). Así, el balón será recogido por el resto de sus compañeros que están situados tras la última raya del campo y que atacarán ahora.
La táctica del rebote
El Equipo 2, el que se defiende, también puede utilizar la táctica del rebote: tener a varios jugadores ágiles separados del grupo para intentar coger algún balón que no haya tocado el suelo, de este modo, además de evitar que lo maten, conseguirá el turno de ataque. Por ello, lo mejor es que el equipo atacante lance el balón contra el suelo e intente dar a los contrarios de rebote o bien que lance el balón directamente hacia las piernas, así no dará oportunidad al contrario.
Cambio de roles
Si el equipo que se defiende coge la pelota al vuelo, recupera el turno de ataque y se cambian los roles: ahora el equipo 1 deberá correr inmediatamente hacia la raya trasera.
El mejor truco es…
El mejor truco para ganar es lanzar tiros muy rápidos, así, el rival debe estar siempre corriendo, se desgasta antes y seguro que pillas a algún rezagado que no puede correr tanto.