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Permitidme que en vez de redactar la leyenda de Sebastián Cebrián Pérez, acuda a una de las personas que mejor conocen nuestra historia, costumbres y tradiciones: Bautista Pérez González, quien en agosto de 1984 ya ganó el Primer premio de prosa de la III Semana de la Convivencia con este relato sobre la vida de nuestro ilustre bandolero. Con su permiso, transcribo su relato completo…

«Nos cuenta la historia, en este caso la oral, que hace unos 150 años vivía en Abengibre una familia a la que apodaban «Los Juanacos». Esta familia, compuesta por los padres: Juan Cebrián Torres y Juana Pérez, tenía cuatro hijos, Cristóbal, Juan, Miguel y Sebastián; unos mocetones, alegres, trabajadores, que la mayoría de las veces se divertían volcando carros, rulando los poyos que había junto a las puertas de las casas y otras trastadas que exigieran fuerza.

Un día, el padre envió a dos de sus hijos, Juan y Sebastián, a vender dos pieles de aceite, con 5 arrobas cada una (unos 110 kilos) a Golosalvo; pero, aprovechando que eran las fiestas de san Jorge, los dos chavales se pusieron la ropilla más nueva que tenían y con el burrillo cargado, llegaron a la plaza de Golosalvo. Ataron el animal a una reja, descargaron las pieles de aceite y allí quedaron, mientras ellos se divertían. Después, sin vender ni una alcuza de aceite, ni de haberlo intentado, se dispusieron a regresar al pueblo, y cuál sería el asombro de las muchas personas que había en la plaza, cuando Sebastián cargó las 10 arrobas de aceite –en el burro- sin ayuda de ninguna clase, ni siquiera ayudándose del cuerpo, para no mancharse. Aquello fue motivo de admiración y comentario, no se habló de otra cosa en aquellas fiestas. La noticia corrió de pueblo en pueblo, por toda la comarca. Muchos probaron, se hicieron apuestas, no se sabe de nadie que hiciera lo que Sebastián de Abengibre.

Pero lo curioso y digno de contar fue que estando en Albacete, se acercó a un grupo de hombres que estaban tirando a la bola. Uno de aquel grupo se vanagloriaba de lo lejos que lanzaba y desafiaba a los presentes sin obtener respuesta. La bola, con un peso de 36 libras (16’56 kilos), había quedado a unos metros de distancia del grupo. Salió Sebastián en dirección a la bola, la cogió y dijo en voz alta: «Quietos todos», al tiempo que lanzó la bola por encima del grupo de hombres a una distancia triple al que anteriormente se jactaba de su fuerza. El grupo quedó mudo por el miedo, por ver cómo la bola había pasado por encima de sus cabezas y, sobre todo, por la distancia conseguida. Cuando el hecho se contaba en las tabernas y posadas, nadie lo creía, pero fue bien cierto.

Y, volviendo al hilo de la historia de Sebastián de Juanaco… En aquel tiempo, el comercio lo tenían los arrieros de nuestro pueblo en la ruta de Algeciras. Llevaban a vender o a porte los más variados productos: aceite, azafrán, hierro, carbón, papel, de todo. Con sus recuas de burros, solos bajo el cielo, andando siempre, de día y de noche, durmiendo poco, estando siempre alerta de ladrones y bandoleros, con el miedo de ver aparecer en algún recodo del camino, en aquellos parajes de Sierra Morena, a José María El Tempranillo, Los Niños de Écija, El Bizo o El Vivillo. Aquellos hombres, antepasados nuestros, se ganaban la vida a fuerza de exponerla.

En uno de aquellos viajes, Juan –el hermano de Sebastián- paró en una venta de Bujalance (Córdoba) donde el dueño y algunas personas de la venta, al ver el dinero que llevaba, le salieron al camino y en la emboscada le robaron y le dejaron herido de un brazo.

El hermano de Sebastián murió a consecuencia de la herida y fue entonces cuando Sebastián de Juanaco vendió su recua de burros, compró un caballo y marchó a la venta en que estuvo su hermano; hizo que los culpables le acompañaran al lugar del atraco y allí mismo los mató. Por aquellas muertes se vio obligado a huir de la justicia, refugiándose en los Montes de Toledo y formando parte de la cuadrilla del bandolero «Tres Juncos». Se cuenta que una de las veces, estando estos bandoleros preparados para comer y discutiendo unos con otros sobre dónde sentarse, Sebastián de Juanaco dijo al tiempo que se sentaba encima de uno de aquellos hombres: «Ya tengo silla», aguantando el malhechor, ante la osadía de Sebastián, durante toda la comida. Vistas de los Montes de Toledo

Y, conforme iba pasando el tiempo, el nombre de Sebastián de Juanaco se fue haciendo cada vez más famoso; unas veces, por sus atracos a diligencias; otras, por su generosidad a favor de los débiles. En una ocasión, con la partida de «Tres Juncos» asaltaron una diligencia y, después de que el jefe de la banda robara las joyas de las mujeres que en ella viajaban, Sebastián, haciendo frente a todos los de su cuadrilla, hizo que se les devolvieran las joyas a las mujeres diciendo: «Sebastián de Abengibre nunca roba a mujeres».

Esta generosidad aumentó su popularidad, ya de por sí amplia, moviéndose en una ilegalidad que excluía la violencia física y los delitos de sangre, como lo demostró en la venganza de su hermano, perdonando la vida a un chaval, con el riesgo de que lo matara, diciéndole: «Muchacho, ve que te recríen, tú no hiciste nada».

Hubo en aquellos años ladrones y cuadrillas de bandoleros que se aprovecharon de su nombre para cometer fechorías; como en «Casa de Lanza» de Utiel, en que uno de Fuentealbilla, junto con la cuadrilla de Mariano de Abengibre, robaron diciendo que era Sebastián de Abengibre y su banda. A los pocos días, fue reclamado por la guardia civil a la plaza de Casas Ibáñez para ser reconocido por los señores que habían sido robados; dichas personas describieron a los ladrones y sin mediar palabra más, Sebastián marchó en su caballo a Fuentealbilla, dirigiéndose a un grupo de hombres que había en la plaza. Uno de ellos se le acercó diciéndole: «Hombre Sebastián, ¿de dónde vienes?» –a lo que él contestándole secamente: «De responder de un robo que hiciste, con mi nombre, en la casa de Lanza de Utiel». El malhechor confesó el robo.

Por no haber hecho demasiadas cosas graves, y seguramente con la ayuda de Don Rafael Monares Cebrián, hijo de este pueblo y Ministro de Gracia y Justicia en 1864, fue indultado por segunda vez, regresando a nuestro pueblo y contrayendo matrimonio con Ana Abellán, manteniéndose cierto tiempo apartado del bandolerismo y viviendo como un arriero más.

Pero las circunstancias y el destino jugaron demasiado con aquel muchacho que se hizo hombre antes de tiempo y que tuvo en sus manos la fuerza de sus antepasados picapedreros. Entre una familia de Jorquera y otra de aquí, lo involucraron en la muerte de un secretario del ayuntamiento; por lo que se vio nuevamente perseguido por la justicia, siendo capturado y condenado a muerte. Y, nos cuenta el recuerdo de padres a hijos, que hubo cierta persona influyente de Jorquera que le fue al Gobernador de Albacete con el cuento de que Sebastián de Juanaco había ido a prisión y que cuando saliera le iba a cortar al Señor Gobernador –por tenerlo encarcelado sin culpa- «sus tales y sus cuales». Bien que ésto influyera en el ánimo del gobernante o bien que el expediente de indulto se retrasara por ciertos motivos no aclarados suficientemente, la realidad fue que el perdón llegó cuando Sebastián ya había sido fusilado. Contaba sólo 33 años de edad.

Y así, con el paso de los años y como base esta historia oral, se ha venido tejiendo una aureola en torno a la figura de Sebastián de Juanaco, como modelo de hombre fuerte y valiente que a todos nos han relatado cuando éramos niños en forma de cuento. Por ello, el hecho de bajar Sebastián con un caballo por la Fuente del Palero, con el precipicio tan grande que hay, o el luchar con el demonio, al que le cortó la oreja, quedará para los niños como una realidad más y, para los mayores, será parte de una leyenda mezclada con la historia, porque sólo Dios sabe cómo fue en realidad Sebastián de Abengibre.»

Autor: Bautista Pérez González

Si quieres conocer más información sobre Sebastián, te recomiendo consultar esta noticia que publiqué sobre su detención:
Descubierto un documento histórico sobre el arresto de Sebastián de Juanaco en 1850

Con el fin de ayudar a mantener, valorar y difundir esta tradición, el servicio de Cultura de la Diputación Provincial de Albacete, con el apoyo de las Universidades Populares se encarga de recoger la información de estos encuentros y darla a conocer entre los interesados.

De su organización se encargan principalmente asociaciones de mujeres o culturales, en colaboración con las universidades populares y ayuntamientos. Concretamente en Abengibre la organización corre por cuenta de la Asociación de Amas de Casa «La Fuensanta».

La recuperación de la tradicional técnica textil del encaje de bolillos ha surtido un notable efecto en la provincia de Albacete y cada vez son más las universidades populares que ofrecen esa formación y las asociaciones que convocan encuentros para tejer y compartir conocimientos.

Así, de una decena de esos eventos convocados hace apenas unos años, se ha pasado ya a más de 20, según el calendario que publicó la Diputación Provincial recientemente. En concreto, este año serán 22, a realizar en 19 municipios, ya que la capital provincial albergará tres y Munera, dos.

Por orden alfabético, las localidades que acogerán encuentros son: Abengibre (6 de agosto); Albacete (5 de marzo, 9 de octubre y 19 de noviembre); Alborea (4 de septiembre); Almansa (22 de mayo); Balazote (16 de abril); Casas Ibáñez (13 de agosto); Casas de Ves (2 de julio); Caudete (16 de octubre); Chinchilla (28 de mayo); Férez (19 de junio); Fuente Álamo (7 de mayo), Higueruela (11 de junio), Madrigueras (25 de junio); Mahora (9 de julio); Munera (30 de abril y 16 de julio); Socovos (29 de mayo); Villamalea (21 de mayo); Villarrobledo (7 de mayo) y Villaverde de Guadalimar (19 de septiembre).

Fuente: Diputación de Albacete y Periódico La Tribuna de Albacete

Con este artículo voy a inaugurar una sección en la que os mostraré cosas de nuestra infancia y de la vida en el pueblo, en la escuela o con nuestros amigos y amigas

¡No os podéis imaginar la de cosas que guardó mi madre de cuando tenía la Droguería!

Mientras preparo todo y lo organizo, hoy voy a empezar por enseñaros la máquina de petacos, ¿os acordáis de hacerla? Yo creía que sí, pero cuando me puse no recordaba cómo se ponían las pinzas o los carriles de salida :O

He tenido que quitar algunas punchas y ajustar algunas gomas, pero al final ha quedado más o menos bien y lo más importante: Andrés está encantado con ella. Por supuesto, que no ha dudado un solo instante en llevársela al colegio para enseñársela a sus compañeros y a sus profesores, y de pedirme que grabara un vídeo para enseñarle a mis hermanos cómo jugaba igual que ellos cuando eran pequeños. Luego la decoró con flechas pintadas con acuarela para darle su toque personal.

Solo necesitáis una tabla de madera, punchas, gomas elásticas, un par de pinzas de la ropa, chapas de botellas y un martillo. Lo demás es tener un poco de imaginación para diseñar la forma que queréis que tenga.

Espero que os animéis a hacer las vuestras y a ver si despierto vuestros recuerdos y me ayudáis a perfeccionar las pinzas porque creo recordar que no estaban tan sueltas y que se agarraban con gomas, ¿verdad?

Hace unas semanas, mi hijo trajo a casa una libreta en la que tenían que escribir algún juego popular, obviamente, yo le hablé de uno de los juegos de niños más antiguos que conozco: el tranco, del que mi primo Juan de la Encarna y mi madre eran verdaderos maestros. ¡Menuda puntería tenía mi madre! Si la hubieran visto los del ejército, la hubieran fichado de franco tirador ?

Como en el pueblo de mi marido, Villarrubia de los Ojos (CR), también jugaban a algo parecido, le explicamos los dos juegos. A mi Andrés le encantaron, le parecieron súper interesantes y entretenidos e hizo una estupenda interpretación de ellos.

Aquí os dejo la ficha que hizo para el colegio (él va al cole, yo iba a la escuela, ¡cómo cambian los tiempos!). Os animo a que enseñéis a vuestros peques los juegos de los que os acordáis, porque es la única manera de que sobrevivan en el tiempo y que no perdamos la identidad como pueblo, nuestras tradiciones y costumbres son las que nos definen y tenemos que estar orgullosos de ellas porque son la memoria de nuestros mayores, son su herencia, son una forma de recordarles y honrarles…

Ficha de Andrés sobre el Tranco

Ficha de Andrés sobre el Tranco

Si también habéis enseñado algo a vuestros hij@s, sobrin@s o niet@s, os invito a que me lo enviéis alguna foto y explicación a esta web y prometo que haré una galería de imágenes con todo. Y si no os acordáis de ningún juego, consultad la sección «Juegos y tradiciones populares de Abengibre«, seguro que encontráis algo con lo que entretener a los peques y que se diviertan, qué es lo importante.

¡A ver quién responde a mi reto!

Los conocidos Alardes de Moros y Cristianos fueron el eje sobre el que giró en el stand de la Diputación de Albacete la presentación del municipio de Abengibre, dentro del programa “Conoce nuestros pueblos” y que contó con la participación del vicepresidente Primero de la institución provincial, Agustín Moreno, y del alcalde del municipio, Diego Pérez.

El vicepresidente destacó en su intervención el “carácter emprendedor” de los habitantes de este municipio albaceteño situado a 45 kilómetros de la capital y con cerca de 800 habitantes.
Lo atraviesa el Arroyo de Abengibre, conocido por los abengibreños como “La Cañada” y se sitúa dentro de la comarca de La Manchuela.

Moreno agradeció la participación de todos los abengibreños y abengibreñas en los actos programados por la Diputación esta Feria y resaltó las importantes fiestas del municipio, centradas en la tradición de los Moros y Cristianos, siempre con la tradición de San Miguel Arcángel como guía. Fue precisamente ése el motivo principal de un vídeo promocional de Abengibre proyectado en un stand en el que destacaron cuatro maniquíes que hacían las veces de una pareja de moros y otra de cristianos.

La industria existente en el pueblo, sus rutas y vegetación y sus productos típicos ocuparon también un lugar principal en el curso de la presentación en la que el alcalde realizó un interesante recorrido histórico desde los orígenes de la población, cuyos restos pueden encontrarse en el Museo Arqueológico, situado en la segunda planta del Ayuntamiento.

Nuestro alcalde, Diego Pérez, habló de fiestas, de restos ibéricos, de patrimonio y del carácter emprendedor de sus vecinos, dando a conocer el pasado y presente de Abengibre.

Situado a 45 kilómetros de la capital y con una población cercana a los 900 habitantes. Perteneciente a la comarca de La Manchuela, comentó que su posición estratégica le ha dotado de excelentes condiciones naturales y de un patrimonio cultural e histórico abundante, empezando por la vajilla ibérica que se encontró allí, que está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional al lado de la Dama de Elche, y que está considerada como uno de los elementos más representativos del arte ibérico, comentó Diego Pérez. Pérez mencionó la vajilla, una reproducción de la cual puede verse en el museo abengibreño ubicado en la segunda planta del Ayuntamiento, pero igualmente hizo referencia a otros lugares de interés como la iglesia de estilo barroco que data del siglo XVIII, las ermitas y otras edificaciones como el lavadero, la plaza y las calles.

Del pasado de Abengibre también explicó que su origen es árabe, que fue el rey Alfonso XII quien lo integró como territorio cristiano, así como que ha formado parte del Estado de Jorquera e igualmente del Marquesado de Villena y de la familia de los Pacheco.

Ya en lo que es el presente, sus primeras palabras fueron para alabar el carácter emprendedor de sus conciudadanos. Así, explicó, aunque Abengibre sigue siendo una población eminentemente agrícola y ganadera, en los últimos años esto ha cambiado, habiéndose hecho una importante apuesta por el sector servicios y por la industria. «Abengibre, dijo, alberga una de las empresas punteras de la provincia de Albacete de transformación de la madera con más de 100 trabajadores, que sumados a los que generan las instalaciones sociales en funcionamiento, nos vamos hasta los 200 contratados, por lo que, hoy por hoy podemos decir que la tasa de paro en el municipio es prácticamente nula».

«Tengo que hacer, añadió a continuación el primer edil, igualmente una referencia a nuestros vinos, pero también tengo que decir que nuestros melones y sandías están presentes en todo el Arco Mediterráneo, porque nosotros cultivamos, pero también compramos y vendemos».

Para el final dejó las fiestas de la localidad y sus tradiciones. De las fiestas, mencionó el alcalde que precisamente el día 25 de este mes comienzan las que se hacen en honor del Patrón, San Miguel, y que dos días después será cuando tenga lugar una de las tradiciones más famosas, el Alarde de Moros y Cristianos, compuesto por cuatro actos, el último de ellos, la conversión de los musulmanes y el triunfo de los cristianos. Pero si ahora toca festejar a San Miguel, el 8 de mayo, apuntó Diego Pérez, se festeja a San Miguel Pequeño, pero asimismo, añadió, «los abengibreños tenemos nuestro Jueveslardero lo mismo que celebramos ‘la candelaria’ y festejamos a San Isidro y, aunque no es tan famosa como otras Semanas Santas, nosotros tenemos la nuestra».

Fuente de la noticia y las fotografías: Gabinete de prensa de la Excma. Diputación Provincial de Albacete

Con el Triduo a la Virgen de los Dolores, comienzan las celebraciones religiosas de la Semana Santa en Abengibre. Si quieres conocer más detalles sobre ella y los horarios de las celebraciones litúrgicas de este año, puedes consultar estos artículos:

Reportaje fotográfico

Gracias a la inestimable colaboración de Mateo López Valera y José Luis Sampedro, tenemos un estupendo reportaje fotográfico de la Semana Santa en Abengibre.

Vídeos con las saetas de Semana Santa

En YouTube hay colgados varios vídeos de las celebraciones de años anteriores con saetas cantadas por Miguel Honrubia, Salvadora Villena y Delfina Villena que muestran la gran devoción con la que se vive la Semana Santa en Abengibre.

Menús semanasanteros

Además, si como yo, echas de menos Abengibre, no te preocupes, aquí tienes los auténticos sabores del pueblo. Gracias a la inestimable colaboración de Mateo López Valera, contamos con el Potaje de Semana Santa, donde Anita Valera Úbeda nos cuenta los secretos de su deliciosa receta; Guiso de Bacalao, una receta típica para el periodo de cuaresma de la Semana Santa, Potaje con hojas de cardo, una comida de antaño o puedes decantarte por unas deliciosas Gachasmigas con azúcar. (Si quieres alguna receta más, consulta el artículo relacionado al final de este post)
Para que completes tu menú semanasantero, aquí tienes la receta de las Fritillas y de las Pelotas de relleno. Y para terminar, nada mejor que unas Pepas, que endulzan la dura Cuaresma.

¡Qué aproveche!

Horarios de liturgias y ceremonias

En el documento adjunto podrás encontrar todos los horarios de misas, adoraciones y procesiones de las liturgias de la Semana Santa 2013.

Novedad 2013

Este año quien quiera velar el Monumento durante el tiempo que la Iglesia esté abierta en Viernes Santo, se puede apuntar en la Iglesia.
Los turnos de adoración serán de 30 minutos, y su finalidad es que el Monumento no este solo y siempre haya un adorador en él.

Tenía muchas ganas de entrevistar a Bautista porque siempre lo he admirado por su escritura, por su amor a Abengibre y, cómo no, por ser una de las personas más amables y cariñosas que conozco. Me ha costado mucho convencerle, pero aquí está por fin. Sus narraciones sobre las costumbres y el patrimonio cultural de nuestro pueblo nos han acompañado año tras año en los libros de las fiestas y ahora, además, tenemos dos publicaciones suyas que esperamos sean las primeras de muchas más.

Cuéntanos algo sobre ti

  • Estoy prejubilado, dedicándome a la familia y a la literatura, uno de mis hobbys.

Para quienes no te conozcan, ¿tú de quién eres?

  • Soy hijo de Juan de Bautista y de Mª Antonia del “Serrano”.

Háblanos de tus dos libros, ¿cómo surgió la idea?

  • Yo viví los éxitos deportivos de Juan Montero Carrasco (en el deporte “El Rayo” y en nuestro pueblo “Juanarro”) y las alegrías que nos produjeron sus triunfos a todos los abengibreños. Por todo ello, pensando que Juanarro merecía (y lo sigue mereciendo) un homenaje, comencé a escribir un artículo sobre su etapa de ciclista para el programa de las fiestas y fue a raíz de esas investigaciones como surgió el libro Héroes de Leyenda. Cara y cruz de unos ciclistas albaceteños 1951-1961.Mi segundo libro, Relatos de una vida, relatos de un pueblo. Bernardino Pérez Iniesta y los Alardes de Abengibre (1839-1920) se empezó a gestar en 1964 tras decirme Marcos, con toda la razón del mundo, “Te has cargado los Alardes”. Con la publicación de esta biografía, sobre el autor de los Alardes, se curó la herida que me produjo el romper, accidentalmente, el único libro que había de los Alardes.

Vives en Albacete, ¿abengibreño o albaceteño?

  • Siempre abengibreño.

¿Qué piensas o qué sientes al ver la silueta del pueblo cuando vuelves de un viaje?

  • Que vuelvo al hogar, a mi casa, el mejor lugar del mundo.

Cuando estás fuera del pueblo y dices que eres de Abengibre, ¿qué es lo que dice la gente?

  • Responden “Dios me libre” pero, en seguida rectifican afirmando que la gente de Abengibre es estupenda, formal y, especialmente, trabajadora.

Lo que más y lo que menos te gustaba del pueblo cuando eras pequeño.

  • Lo que más me gustaba era la alegría que había en el pueblo, se vivía en la calle. Lo que menos, la indiferencia, sobre todo de la gente joven, por la cultura.

Lo que más y lo que menos te gusta del pueblo ahora.

  • Lo que más me gusta ahora son las perspectivas laborales que tiene gracias a las dos residencias y a Tamabi, s.l. Y lo que menos, la soledad y el silencio de sus calles. Ahora, las puertas de las casas siempre están cerradas, al contrario que antes.

Anécdota que recuerdas con cariño o nostalgia

  • La rivalidad que había con las hogueras de S. Antón y S. Blas, las “senochas” veraniegas de los vecinos contando historias, la monda de la rosa del azafrán en las calles…

Una palabra abengibreña

  • Renachil. (Uy, esa no la tengo. Tendré que añadirla cuando sepa qué significa…)

Una expresión abengibreña

  • Preguntar: “¿Ande vas?”, por ejemplo, cuando iba camino de la fuente con un cántaro y un botijo.

Una comida abengibreña

  • Atascaburra o almorta, cualquiera de las dos.

Un dulce o postre abengibreño

  • “Las fritillas”, un dulce de Semana Santa y, como postre, “tronchos o piñas” en aguasal. (Buena idea para nuevas recetas… Tomaré nota)

Una fiesta o tradición abengibreña

  • Los Alardes de moros y cristianos.

Un/a abengibreño/a al que admires o recuerdes con cariño.

  • Mi maestro, Don José Piqueras Pérez, nunca lo olvidaré. (A ver si se anima Bautista y hace una biografía porque este señor parece formidable, todos hablan maravillas de él)

Un paraje o lugar de Abengibre o de sus alrededores

  • El Parque de la Ermita, Barranco Romero…

Un juego popular (infantil o actual) que te guste

  • El juego de cartas llamado “Los Treses”.

Destacarías algo de nuestro patrimonio histórico-artístico

  • “La Piedra Encantá”, un valor que se debería publicitar con alguna actividad cultural.

Algún cuento, leyenda o anécdota que recuerdes sobre Abengibre

  • La leyenda de “Sebastián de Juanaco”.

¿Conoces Abengibre.net? Cuéntanos lo que más y lo que menos te guste, lo que mejorarías y lo que echas en falta…

  • Sí, la conozco, es una página web imprescindible para quitarte la “morriña” del pueblo. Lo que más me gusta de abengibre.net es la variedad de temas. Me gusta mucho y, seguramente, por eso no le encuentro defectos.

Un recuerdo que tengas relacionado conmigo.

  • Los colores que aparecen, espontáneamente, en tus mejillas cuando hablas apasionadamente de Abengibre.

¿Algo que te gustaría añadir?

  • Solo una cosa. Animarte a que sigas con tu web. Es una buena forma de hacer pueblo.

¿A quién enviarías esta entrevista?

  • A Miguel Vergara Ruiz (“Miguel de la Roja”).

¿Quién te gustaría que contestara a esta entrevista?

  • Cristina Torres Martínez. (Bautista, me adelanté a ti y ya publiqué esa entrevista en octubre…)

Gracias por tu tiempo, por compartir con nosotros tus recuerdos más queridos (sé que no ha sido fácil para ti), por tu amabilidad y tus cariñosas palabras hacia mí y hacia mi página. Espero verte pronto por el pueblo.

Como sabéis, el pasado jueves 22 de noviembre, el programa «El pasacalles» de Radio Castilla-La Mancha me entrevistó para que les relatara la leyenda de la Piedra Encantá y les hablara un poco sobre nuestro pueblo.

Pensaba que iba a estar muy nerviosa, pero la verdad es que los presentadores del programa, Rosa Rosado y Jose Talavera, fueron muy amables conmigo y me hicieron sentir muy cómoda el tiempo que estuve en antena, además de que hicieron una publicidad tremenda de mi web y todo fueron alabanzas. En fin, fue un placer hablar con ellos. Así que, desde aquí, quiero darles las gracias por todo.

Como mucha gente no pudo oírme, desde Facebook me pidieron que colgara el audio de la entrevista, así que aquí lo tenéis. Lo prometido es deuda.

Espero que la disfrutéis tanto como yo, porque ojo lo que me reí… 🙂

Por cierto, tener paciencia con la descarga del archivo de audio porque ¡¡son 8 megas!!!

Con motivo de mi entrevista en Radio Castilla-La Mancha sobre la leyenda de la Piedra Encantá, recordé que Cristina Torres había dicho que esta leyenda contada por la Pepa de la Adriana era una gozada. Así que, ni corta ni perezosa, llamé a su casa para que me la recitara. Desgraciadamente, Pepa está muy mayor y casi no oye, aunque tuve buenos aliados: su hijo Juanjo la buscó entre sus múltiples poesías y mi hermano Jose la fotografió y me la envió por Whatsapp (benditas tecnologías, ya no sabría vivir sin ellas… Y qué sería de mi web si no pudieran mandarme las cosas…)

Es una preciosa poesía que tiene como base la leyenda de la Piedra Encantá, en la que Pepa nos relata un sueño a partir de las advertencias de su madre sobre lo peligroso que era acercarse a la piedra. A partir de ahí, Pepa se adentra en un país encantado lleno de maravillas que se esconde dentro de la piedra, acompañada por enanitos y hadas…

Por favor, leedla con detenimiento porque es una verdadera joya.

A LA PIEDRA ENCANTÁ

Hace ya bastantes años,
recuerdo de que era niña,
que siempre estaba corriendo,
jugando con mis amigas.

Mi santa madre decía
«No te vayas al Picayo,
que sale la señorita
que tiene el pelo dorado,
y se te puede llevar
por la piedra del encanto».

¡Y qué cosa nos contaban!
Con un peine de oro
peina sus cabellos largos,
lleva trajes de tules
y va con los pies descalzos.

¿Es muy guapa?, preguntábamos.
«Sí, es muy guapa.
Pero si te coge de la mano
te entra por el agujero
de la piedra del encanto».

«Antes que se haga la noche,
vente corriendo a casa
que esa es la hora que sale
con su melena dorada».

Cuando me acostaba,
casi siempre soñaba
que la veía venir
con su túnica azulada,
y que a la puesta del sol
los rayos se reflejaban
en unos bellos cabellos
que como el oro brillaban.

Me cogía de la mano,
pasábamos por aquella
puerta secreta
de la piedra del encanto,
y yo jugando con ella,
entre contenta y miedosa,
por un país encantado
que, lleno de maravillas,
yo, en mi sueño, había forjado.

Vi a los enanitos,
y a la dulce Blancanieves.
Jugué con hadas madrinas
que hacen bonitos regalos,
cuidan de los niños buenos
si los ven desamparados.

Cuando más contenta estaba,
con todos iba jugando,
mi sueño se desvanecía
y me iba despertando.
Mi padre que me llamaba
para que estudiara un rato.

Pero una cosa sí que es cierta:
nuestra piedra del encanto,
que está siempre en Abengibre,
en mi pueblo soberano,
como un águila
posa en el pico más alto.

Ella está en nuestro Picayo,
para contarle a los niños
el secreto de la señorita
que tiene el pelo dorado
y que se lleva a los niños
por la piedra del encanto.

JOSEFA MASÍA PÉREZ

Esta mañana, al abrir mi correo, me he encontrado con una grata sorpresa: ¡me habían escrito un email para pedirme que contara alguna historia sobre Abengibre en la radio autonómica de Castilla-La Mancha!

Sobre la entrevista

Por supuesto que he aceptado, de modo que mañana jueves, sobre las 17:30h, José Talavera me entrevistará en el programa «El Pasacalles» de Radio Castilla-La Mancha, que se emite cada tarde de lunes a viernes, de 16 a 20 horas.

Hablaremos un poco sobre mi web y, especialmente, de la leyenda de la Piedra Encantá, pues es la que más les has gustado.

Espero que podáis descansar 10 minutos para oírme, pero si no podéis, no os preocupéis, pues han prometido que me enviarán el podcast (un archivo de audio) para que pueda colgarlo en mi web.

Sobre El Pasacalles

«El Pasacalles» es un magacín de ocio, cultura y entretenimiento que cada tarde recorre la región para ponernos al tanto de todo. Música, información, tertulias y una gran cercanía a los ciudadanos, son los ingredientes de este programa que, además, incluye una bolsa de trabajo para personas en paro y una clara apuesta por los emprendedores y empresarios castellano manchegos.

Frecuencias

No sé exactamente en qué frecuencia puede oírse Radio Castilla-La Mancha en Abengibre, pero he encontrado dos frecuencias de emisión cercanas:

  • Alcalá del Júcar: 103.8 FM
  • Chinchilla: 104.0 FM

Y para mis amigos de Ciudad Real: 102.5 FM
¡Deseadme suerte! 🙂

Eventos

Sin faltar al respeto de esta celebración, en Abengibre, los jóvenes siempre encontraban un hueco para el humor con cualquier alusión a las pantasmas…

El Día de Todos los Santos

El día de los Santos, los quintos del pueblo salían a pedir por las ánimas: iban por las calles haciendo sonar una campanilla y llamando a las puertas de las casas con esta cantinela: «¿Dais algo para las ánimas?»

De lo recaudado, se retiraba una parte que daban a la Iglesia para hacer una misa por las ánimas y con la otra mitad hacían una zahora.

El Día de las Ánimas

El día de los Santos Difuntos es conocido en Abengibre como el «Día de las Ánimas». Era tradición, ya perdida, que los mozos chistosos del pueblo se disfrazaran de «pantasmas» yendo de casa en casa para asustar a la gente.

Además, los quintos solían hacer alguna cancioncilla relacionada con estos miedos, como la que transcribo a continuación de la Quinta de 1962:

«La Quinta del 62 no se puede apurar
porque han colgado la pantasma
de la puerta del pajar.»

Tampoco era de extrañar que alguno de nuestros paisanos se disfrazara de pantasma y fuera a asustar a sus más allegados o a los que no lo eran tanto…

Cuentos y leyendas

Relacionados con la celebración de Los Santos, la tradición oral de Abengibre ha mantenido vivos dos cuentos populares.

¡Que los disfrutéis!

La Semana Santa conmemora la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo por los hombres y festeja su Resurrección, uno de los dogmas principales de la Iglesia Cristiana, siendo el periodo de más intensidad litúrgica del año

En el sentido estricto, la Semana Santa abarcaría el periodo comprendido entre el Domingo de Ramos (también conocido en algunos lugares como Domingo de Pasión) y el Domingo de Resurrección, aunque litúrgicamente comienza tres días antes, con el Viernes de Dolor, y puede finalizar un día después, con el llamado Lunes de Resurrección.

En ella encontramos tres partes principales: la Cuaresma, que es el preludio de la Semana Santa y que comienza el Miércoles de Ceniza, cuarenta días antes de Jueves Santo; el final de la Cuaresma, que abarca desde el Domingo de Ramos a Miércoles Santo, y el Triduo Pascual, que rememora paso a paso los acontecimientos de los últimos tres días de la vida de Jesús -lo que conocemos como la Pasión, Muerte y Resurrección-, y que se corresponden con Jueves Santo, Viernes Santo y el paso del Sábado al Domingo de Resurrección. Este Triduo Pascual es el punto culminante de todo el año litúrgico.

Las procesiones de Semana Santa en Abengibre

Las procesiones de Semana Santa en Abengibre comienzan el Viernes de Dolor y finalizan el Domingo de Resurrección.

Estéticamente están más cercanas a la sobriedad castellana que a la grandiosidad del folclore andaluz. Los pasos procesionales son tronos despojados de ornamento y de adornos innecesarios, solamente la Virgen de los Dolores va acompañada de pequeñas lámparas.

En Abengibre no hay cofradías ni hermandades, ni cofrades ni capuchinos, tampoco manolas, ni bandas de música ni cornetas y tambores, las imágenes no llevan carros ni costaleros, son portadas a hombros sobre unas simples andas y un desnudo trono.

Aquí la Semana Santa se vive en silencio, en un respetuoso silencio, que rara vez es roto por alguna saeta o por el sordo sonido de los pasos de los fieles. Tampoco tenemos tallas ni imaginería antigua, son copias de buenas obras, pero la gente siente verdadera devoción por ellas.

La única nota folclórica es la recuperación del desfile de las Hijas de María, una Hermandad perdida que ha vuelto a desempolvar sus viejas peinetas y su traje negro, de luto, para acompañar en su soledad y tristeza a la Virgen de los Dolores.

En resumen, la Semana Santa abengibreña es como fue antaño, oscura, austera, intimista, sobria, silenciosa y bella. Llena de emoción el ver procesionar a la gente en silencio, sin sonrisas, sin alardes, llena de espiritualidad y devoción.

Celebraciones de Semana Santa

  • Viernes de Dolor: Coincide con el último viernes de la Cuaresma y conmemora los Siete Dolores que la Santísima Virgen sintió al contemplar las desdichas de la vida de su hijo. Se celebra con misa y procesión de la Virgen de los Dolores.
  • Domingo de Ramos: Último domingo de la Cuaresma, concretamente el anterior al Domingo de Resurrección. Con él se abre solemnemente la Semana Santa, festeja la Entrada de Jesús en Jerusalén.
  • Jueves Santo: Comienzo del Triduo Pascual, que rememora la Última Cena de Jesús con sus discípulos, en la que les ofreció pan y vino dando así origen a la Eucaristía, acción de gracias o Comunión.
  • Viernes Santo: Segundo día del Triduo Pascual en el que se recuerda la Pasión y Muerte de Jesús, siendo su principal símbolo la Cruz. Es la celebración más dolorosa y silenciosa de toda la Semana Santa, un día alitúrgico, es decir, en el que no se celebra la Eucaristía.
  • Sábado Santo: También conocido como Sábado de Gloria, es el día del Santo Entierro, en el que se da sepultura al cuerpo de Jesús y, al igual que el anterior, es alitúrgico. Normalmente el párroco tampoco finaliza la misa con el tradicional «Podéis ir en Paz», ya que es un tiempo de vigilia y espera, silenciosa pero esperanzada, a que Cristo vuelva entre nosotros.
  • Domingo de Resurrección o Pascua de Resurrección: es un día de júbilo en el que celebramos la Resurrección de Jesús de entre los muertos y la vida eterna.

Curiosidades

¿Por qué la Semana Santa no cae siempre el mismo día?

La Iglesia Católica quiso ya desde un principio, conmemorar la muerte de Jesús el mismo día que lo relatan los evangelios. Como los judíos se sirven del calendario lunar, por este motivo la Iglesia ha sido fiel al calendario lunar. De hecho, el calendario de Semana Santa, se rige por el día que cae el Domingo de Resurrección, que es el domingo siguiente a la luna llena del mes de Nissan (el mes de los judíos) que corresponde entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Dicho de una forma más fácil, el domingo después de la primera luna llena de primavera, es el Domingo de Pascua.

La Iglesia aprobó la celebración de esta manera en el Concilio de Nicea celebrado en el año 325.

Origen de estas celebraciones

Aunque su origen es antiquísimo, estas celebraciones tienen su referente más cercano en el Barroco, pues es en el siglo XVII, en el ambiente devocional de la Contrarreforma Religiosa, cuando se crean los principales rituales de las procesiones y cuando surgen los pasos procesionales, imágenes y tallas de madera principalmente de la Pasión de Jesús y la Virgen, de la mano de escultores como Martínez Montañés (máximo representante de la escuela andaluza) o Gregorio Fernández (escuela castellana) y llevadas a su máxima expresión con el imaginero murciano Francisco Salzillo, ya en el siglo XVIII.

Conocidas tradicionalmente como las Fiestas de San Miguel El Grande o San Miguel El Rico, contaban con unas preciosas celebraciones que desgraciadamente hemos perdido.

Origen de la celebración de San Miguel

Según el Beato Santiago de Vorágine, el mismo san Miguel dispuso que el 29 de Septiembre se dedicase a su nombre y que se erigiese una iglesia en el monte Gárgano conmemorándole, pues éste fue el primer lugar donde se apareció el Arcángel.

 

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Los Gozos a San Miguel

Los Gozos a San Miguel Arcángel se cantan durante la novena de las Fiestas de Septiembre, aunque, como cuenta Mateo López Valera, las mujeres sólo cantan las dos primeras estrofas porque desconocen el resto. Esperemos que con su esfuerzo, vuelvan a cantarse completos.

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Pues en la Corte del cielo
gozáis de tan altos dones.
Dad a nuestros corazones,
Miguel Arcángel, consuelo.

De la Escuadra Celestial
Sois el primer Coronel,
que al atrevido Luzbel,
venciste en guerra campal,
echando al fuego infernal
su rabia y su furioso anhelo.
Dad a nuestros corazones,
Miguel Arcángel, consuelo.

Vos al hombre desterraste
que profanó el Paraíso,
bien que con piadoso aviso
su enmienda solicitaste,
pues con piedad le enseñaste
a llevar con paz su duelo.
Dad a nuestros corazones
Miguel Arcángel, consuelo.

Vos al pueblo de Israel
sacaste libre a buen puerto,
y guiaste en el desierto,
por que a Dios sirviese fiel,
dándole por pan aquel
maná que bajo del cielo.
Dad a nuestros corazones,
Miguel Arcángel, consuelo.

De la Escuadra de María,
fuiste el cabo principal
y Embajador especial
de quien Cristo se valía,
cuando a su madre quería
consolar acá en el suelo.
Dad a nuestros corazones,
Miguel Arcángel, consuelo.

Cuando Cristo en oración
estaba en el huerto triste,
desde el Cielo le trajiste
el consuelo en su aflicción,
dando alivio en la ocasión
de su mayor consuelo.
Dad a nuestros corazones,
Miguel Arcángel, consuelo.

Mucho aprecio en el juicio
de Dios tú virtud alcanza,
pues te fía la balanza
para hacer de juez oficio.
Pesando virtud y vicio
del grande y del pequeñuelo:
Dad a nuestros corazones,
Miguel Arcángel, consuelo.

La empresa más gloriosa
fía Dios a tú destreza,
y emplea tú fortaleza
en las más dificultosas.
Haces obras tan pasmosas
que admiran la Tierra y el Cielo;
dad a nuestros corazones
Miguel Arcángel, consuelo.

Abogado y protector
de la Iglesia Militante
cuidas siempre vigilante
de dar auxilio y favor,
y cuando el riesgo es mayor,
tanto es mayor tus desvelos.
Dad a nuestros corazones,
Miguel Arcángel, consuelo.

Dad pues, Arcángel glorioso
aliento a nuestra esperanza,
pues tenéis tanta privanza
con El Todopoderoso,
venga a todos presuroso
vuestro favor en un vuelo.
Dad a nuestros corazones,
Miguel Arcángel, consuelo.

Las Albas a San Miguel

Con las primeras luces del alba del día de San Miguel Arcángel (29 de septiembre) daba comienzo, en Abengibre, la festividad del patrón. Era entonces cuando se cantaban, ante la puerta de la Iglesia, las Albas a san Miguel.

Las Albas a San Miguel son una composición de cuatro estrofas de seis versos cada una, además de un terceto final, cuya composición es anónima, que se han transmitido oralmente de padres a hijos, y en las que el pueblo de Abengibre da las gracias al Patrón por su protección y le suplica ayuda contra las enfermedades, las plagas que asolan las cosechas y el miedo, a veces usando un tono chistoso pero amable y siempre respetuoso.

Primera planta

Arcángel Soberano danos licencia para cantar tus glorias y tus grandezas.

Si san Miguel supiera cuando es su día, el Cielo con la Tierra se juntaría.

San Miguel de septiembre, dónde has estado, que has tenido a Abengibre con gran cuidado.

Abengibre festeja a Miguel Santo, pues con Él tienen todos pronto reparo.

Por Patrón lo tenemos, nada temamos, con su amparo el Infierno ha de temblarnos.

Abengibre merece ser escuchado, siempre que a vuestras aras llegue humillado.

Segunda planta

A san Miguel bendito quiero y adoro, porque saca las almas del Purgatorio.

San Miguel de septiembre pesa las almas, pésame la mía Miguel del Alma.

Ante el trono adorable del Soberano, este Príncipe asiste muy esforzado.

Desde el Cielo sujeta con fuerte brazo a Luzbel que en tinieblas rabia penando.

Aunque fiero acometa todo su bando, no hay miedo pues basta Miguel a tantos.

Atropella y confunde Ángeles malos, rinde sus altiveces, para Él no hay bravos.

A tus pies el demonio tienes postrado, así se ven todos los de Dios privados.

Cuando Cristo en el huerto estaba orando, Vos Miguel descendisteis a confortarlo.

“Quién como Dios” se llama, y es cierto, pues con su nombre tiembla el vil contrario.

Capitán de la Guardia fuisteis bizarro, de las que es digna Madre del increado.

Protector de la Iglesia fuisteis aclamado y desempeñas airoso tan grande cargo.

La devoción alienta, ríndale aplauso, pues Miguel gusta de ella y ha de premiarlo.

Tercera planta

El que a Vos os reclama en sus trabajos, sálvale Ángel Glorioso pues valéis tanto.

San Miguel de septiembre con su bandera, protector valeroso por esas eras.

Atropella y confunde a las hormigas que se llevan el grano de las hacinas.

Cuidar de sus haciendas, de sus rebaños, sus delicias alivian, pena y quebranto.

Si de fiebre o epidemia nos dais a salvo Miguel salud alcanza al invocarlo.

De los tres mayordomos que a Miguel sirven, Dios les de salud y gracias para cumplirle.

Para que Dios sirviendo, verlo y gozarlo, felices por los siglos con vos podamos.

Nos dicen los de Jorquera que no tenemos amparo, tenemos a san Miguel y a la Virgen del Rosario.

Este Arcángel Soberano, es Embajador también, todos a una voz digamos: ¡Viva el Patrón san Miguel!

La comida de Colación

Tras las Albas a San Miguel, todo el pueblo se reunía para realizar la comida de Colación, que era repartida por los tres Mayordomos de San Miguel a cambio de un pequeño donativo.

Normalmente esta colación se debía a una promesa u ofrecimiento particular, aunque en su preparación participaba todo el pueblo y, mediante una pequeña aportación económica, servía para cubrir los gastos de las fiestas: banda de música, procesiones, bailes…

La receta de esta sabrosa y dulce comida, que también recibía el nombre de colación, era bastante complicada y ocupaba el trabajo de varias docenas de personas durante dos días.

Los Alardes de Moros y Cristianos en honor a San Miguel

Los festejos del día posterior, 30 de Septiembre, son bastante conocidos por todos: en la puerta de la Iglesia, Perico el de Hormiga y Juan de Amparo, por los Moros, y Marcos Ruiz y Jesús Cebrián, por los Cristianos; ataviados con las ropas oportunas, daban «principio» a los Alardes de Moros y Cristianos.

La carrera del pollo

Por la tarde era habitual que, además del baile de todos los días, se realizara una carrera en el Camino de Jorquera (desde los Cebadales del Sastre hasta la entrada del pueblo) cuyo premio consistía en un pollo, un sabroso festín para años de tanta escasez como aquellos.

El Día de los Oficios de San Miguel

Quizá la celebración menos conocida por todos sea la del Día de los Oficios de San Miguel, ya el 1 de Octubre, en la cual tenía lugar el nombramiento de los Tres Mayordomos de san Miguel para el año siguiente. A su cargo estaba la organización de las fiestas religiosas y populares. Para sufragar los gastos organizaban en sus casas una especie de reunión a la cual podía acceder todo aquel que pagara una entrada simbólica de seis reales, a cambio de la cual le entregaban una torta de colación.

El acto de investidura de los Mayordomos

Normalmente los Mayordomos de san Miguel eran arrieros que se ofrecían por promesa u acción de gracias. El acto de investidura, de carácter público, era llamado Correr los Oficios y tenía lugar en la puerta de la Iglesia.

El párroco imponía la medalla de san Miguel y los atributos según la edad de los futuros mayordomos: al mayor se le asignaba un fajín bordado, colorado y blanco; al siguiente un bastón de mando y al último un pincho adornado con cintas. Si se daba el caso de que los aspirantes superaran el número de tres, se disponían los tres atributos en la puerta de la Iglesia mientras ellos esperaban, en línea y a cierta distancia, a que el sacristán alzase en remolinos la bandera del patrón para dar lugar a la carrera; siendo nombrados los tres que consiguiesen hacerse con los mencionados atributos.

Y para terminar… el puñaillo

Tras el nombramiento de Mayordomos, se clausuraban las fiestas con una invitación a los asistentes al puñaillo: «jeja tostá», garbanzos «torraos» y vino.

Sirva este modesto trabajo como reconocimiento y homenaje a nuestros mayores, a la Pepa de la Romera, a Mateo Valera, a Ramona Cebrián, y a tantos otros que ya hace tiempo que nos abandonaron, como Saturnino, el Serrano, la Rojilla, Marigorda, la Chica Nares… A mis abuelos y a mis queridos mayores, porque en ellos reside la verdadera sabiduría.

Son muchas las leyendas, cuentos y supersticiones que giran en torno a la celebración de san Juan. Aunque en Abengibre no se hagan las típicas hogueras, también hay otras costumbres igual de encantadoras. No sé si las niñas del pueblo lo seguirán haciendo, pero mis amigas y yo esperábamos ese día con especial inquietud. Nuestras madres nos habían contado lo que marcaba la tradición y, cuanto menos, nos atraía la idea.

Como manda la tradición…

Antes de que saliera el sol, o cuando amanecía, debías ir a la Fuente del Barandao y lavarte la cara con el agua del manantial (que salía como el hielo a pesar de las fechas), pero no secártela, había que dejar que se secara sola, al aire.

Luego, desde allí, se iba a La Fuensanta a buscar cáñamo con el que te frotabas el pelo. Siguiendo este ritual conseguirías una piel suave, tersa y limpia, y un pelo fuerte, sano y sedoso.

Aprovechando que estabas en las huertas, lo suyo era que cogieras unos caracoles que luego, mi chacha Lola, nos preparaba con tanto gusto.

Otra costumbre más antigua

Mi madre también me contó que cuando era niña también era costumbre ponerse a ver la salida del sol a través de un ciazo porque así se veía la rueda de Santa Catalina.

Y la noche de San Juan… a la Piedra Encantá

Si ya eras muy atrevida, podías ir en la noche de san Juan a ver si era verdad que se aparecía la mujer de la Piedra Encantada. Pero es que El Picallo estaba tan oscuro…

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La primera fiesta de Los Mayos que se realiza es la de las Albricias, que tiene lugar el Sábado de Gloria, y que recibe el nombre de Pascua de las Albricias

Cómo se hacían las Albricias

Los quintos de ese año, o los enamorados que querían cortejar a alguna chica, iban a los campos cercanos para recoger ramas o plantas. Normalmente solían utilizar flores de perales y matas de sembrado con las que confeccionan una especie de ramos o arcos con los que decoraban las ventanas, balcones o puertas de las casas de las chicas. También solían poner letreros con almagre en las fachadas haciendo alusión al amor o a cualquier otra cosa.

Josefa Cebrián (la Pepa de la Romera) me describió esta Pascua de las Albricias de la siguiente forma: «Las albricias son un ramo de flores pero en verde, en sembrado. La albricia es un pino o una mata de trigo en la reja, adornada con cintas o lazos; una cosa de la naturaleza que se sacara del campo en ese tiempo».

Luego, su amiga Lucrecia completaba esta definición añadiendo: «Tu tienes un novio, y va al campo, a la huerta, y te trae un manojo de trigo de ese que está verde ahora y te lo pone en la ventana. Otros ponían unas flores de almendro. Pero antes eran tíos más burros y entonces a donde más blanquita estaba la fachada echaban un chorreón de almagre. Pero ya desde que empezaron a echar eso «colorao» de almagre, que la gente se ponía negra, se fue perdiendo la costumbre. Tu ya ves, estabas todo el día pintando la fachada y al otro día te echaban el chorro de «colorao». Esto ya se hacía cuando yo me casé en el 43. Por los 50 ya se perdería.«

A veces, los muchachos hacían guardia durante toda la noche a la puerta de las casas para evitar que les quitasen los ramos o cambiasen los letreros.

La Plantá del Mayo

Las Albricias y la Plantá del Mayo en Abengibre. Autor: Mateo López Valera

Esta Pascua de las Albricias solía coincidir con la «Plantá» del Mayo: pinos que posaban los mozos a la puerta de la Iglesia y que daban tanta importancia como grandes fueran. Esa noche, y con permiso de la autoridad competente, cortan un pino, lo más grande que puedan, y lo llevan a la puerta de la Iglesia o a la plaza del pueblo.

Una vez allí, le quitan las ramas dejando solamente la copa o un pequeño número de ramas justo en la punta. Tras quitar las ramas, que en ocasiones pueden ser utilizadas para hacer las ramas de albricias, los quintos plantan el mayo en medio de la plaza intentando mantenerlo erguido durante el transcurso de las celebraciones que, en algunos casos, podía ser todo el mes, ya que de ello dependía su prestigio.

Antaño, como las calles no estaban asfaltadas, hacían un gran hoyo en la tierra que podía llevarles toda la noche, ahora se ponen en bidones con tierra.

Como más vale un testimonio oral que mil explicaciones, a continuación transcribimos lo que Josefa nos contó de esta costumbre: «Se hace el Sábado de Gloria en Abengibre: los mozos iban a una pinada y los mejores pinos los arrancaban y se los ponían a la dama. Y el dueño…, bueno, había protestas, pero la justicia no los castigaba porque era una tradición. Luego, los quintos vendían los pinos a personas que les interesaban, o bien para hacer tablas o bien para …, y luego, con el dinero ellos hacían una merienda o una cena.»

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Una tradición casi perdida en Abengibre cuyo origen se remonta a la época romana y que festeja el inicio de la primavera y el cortejo de los jóvenes.

Mayos a las mozas de Abengibre

Los Mayos en mi pueblo se cantan desde hace más de 200 años, la noche del 30 de abril, sobre las 11. Los abengibreños se reúnen primero en la Iglesia de San Miguel Arcángel  para echarle los Mayos a la Virgen de los Dolores ante su altar. Desgraciadamente, como ocurre en otros muchos pueblos, se ha perdido la tradición de cantarlos a las mozas, a pesar de que en la década de los 90 una pequeña rondalla intentó sacarlos del olvido.

Antaño, los quintos de ese año eran los encargados de cantarlos. Comenzaban ya el Sábado de Gloria con las albricias y continuaban ahora llevando un palo alto, lo más alto posible, a la plaza de San Miguel, delante de la puerta de la iglesia, que luego decoraban con cintas de colores y matas de sembrao para anunciar el buen tiempo. Era la plantá del Mayo. Seguidamente entonaban los Mayos de la Virgen y, una vez concluidos, salían todos en cuadrilla para cantarlos a las novias o a las chicas que les gustaban hasta bien entrada la mañana. El padre que tenía una hija en edad casadera procuraba abastecerse bien de mantecaos, madalenas, vino y otros víveres para poder convidar a los cantores.

Una tradición casi perdida en Abengibre cuyo origen se remonta a la época romana y que festeja el inicio de la primavera y el cortejo de los jóvenes

Una buena voz de hombre era la encargada de conducir al resto de los quintos que hacían de coro, repitiendo cada dos versos, que es lo que ocupa la melodía principal. El acompañamiento lo hacían con botellas de anís, almirez, caña rajá, con un papel de fumar en la boca, un treguedillo (algo similar al triángulo actual), un acordeón e, incluso, una vihuela y una guitarra lira. Parece mentira que en un pueblo tan pequeño y en aquellos años, hubiera instrumentos tan raros como la guitarra lira. La explicación la relata Carmina Useros en su libro. Cuenta que los Mayos tuvieron gran esplendor hacia 1910 gracias al empeño que puso Antonio Sáez, un alpargateño y cordelero de profesión, jorquereño de nacimiento,  que vivió en Abengibre y enseñó a tocar a un grupo de mozos que, con este acompañamiento, dio aún más fuerza a los Mayos.

Mayo a la Santísima Virgen de los Dolores, de Abengibre

Estos Mayos fueron compuestos por el párroco Don José Matencio entre los años 20 y 30, para que fueran cantados por la cofradía de las Hijas de María, la noche del 30 de abril, antes de los Mayos a las Mozas. Son, como anotó Carmina Useros, un saludo a la Virgen y al buen tiempo.

Dada la gran tradición que existía por los Mayos antiguos y por la extensión de estos, hoy en día se cantan a la Dolorosa los mismos Mayos que se cantaban a las mozas. Ante su altar estuvo, desde que yo recuerdo, Tomás de la Cleofé, cuyo relevo han tomado la Anita de Juan Molinera y Miguel Honrubia “El Nano”. Antes de eso, eran los quintos los encargados de echar los Mayos a la Virgen para luego cantarlos a las mozas. Gracias a todos por hacer que siga viva esta bonita y alegre tradición de nuestro pueblo.

Letras de los Mayos

Si no te sabes los Mayos, no te preocupes, puedes imprimir estas letras o descargarte los archivos en PDF y ¡a cantar!

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La Candelaria es el nombre con el que popularmente se conoce la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor en el Templo o la Purificación de la Virgen, que tiene lugar el 2 de febrero, 40 días después de Navidad

Significado de esta celebración

Según la tradición judía, después de dar a luz, una mujer debía permanecer sin ir al Templo ni tocar los objetos sagrados 40 días si paría un niño y el doble si era niña. Pasado ese periodo, debía ir al templo y realizar ofrendas al Señor. Así, la Virgen María, cuarenta días después del nacimiento de Jesús, fue al Templo y ofreció dos tórtolas al Señor.

La Candelaria en Abengibre

En este día se suelen bendecir las velas (en latín: candela, de ahí el nombre de la fiesta) y cirios que se utilizarán en todas las celebraciones del año litúrgico, y que simbolizan a Cristo, la Luz del Mundo.

En Abengibre, la Misa de ese día comienza con el reparto de velas a los fieles. Por lo general, suelen guardan estas velas bendecidas para encenderlas en ocasiones especiales, como alguna petición por enfermedad o alguna súplica a sus santos patronos.

Tradicionalmente, esta fiesta de la Purificación de María se conoce como la Virgen de las Candelas o Nuestra Señora de la Candelaria y en este día, las mujeres que han tenido hijos a lo largo del año los llevan a la Iglesia para presentárselos a Dios y pedir a la Virgen que cuide de ellos.

La entrada de los Quintos

El día de la Candelaria también tenía lugar el relevo de las Quintas, en la que se despedía a los Quintos salientes y se daba la bienvenida a los entrantes.

Los Quintos del pueblo, es decir, los mozos que ese año iban a ir a la mili, hacían zahoras en casas viejas del pueblo, en las que comían y bebían hasta hartarse.

Después, con un bombo, iban por todas las calles cantando canciones chistosas sobre rumores, amoríos, escándalos o cualquier tema que en ese momento estuviera en el candelero.

Después, a la salida de la misa de La Candelaria tiraban carretillas a todos los asistentes.

Otras celebraciones que tienen lugar este día son las hogueras de San Blas.

Jueveslardero, o como se dice en Abengibre «Joveslardero», se celebra el jueves anterior al Miércoles de Ceniza. Un día que esperan impacientes grandes y pequeños, ¿sería por los hornazos…?

Su origen

Jueveslardero tiene un origen pagano. Se trata de la fiesta que prepara la llegada de la Cuaresma, la última oportunidad de comer carne antes comenzar las prohibiciones, tal y como su propio nombre indica: «Lardero», que precede a las carnestolendas, es decir, el Jueves que precede a los días de Carnaval. Además, la palabra procede de lardo, que significa «grasa, especialmente de cerdo».

La celebración de Jueveslardero en Abengibre

Jueveslardero es un día festivo en el que incluso no hay colegio y que todas las familias aprovechan para pasar en el campo, como si de una romería se tratara. Los chicos y chicas del pueblo, así como las familias y vecinos, se reúnen en pandillas para ir a comer al monte.

Preparando el ato de Jueveslardero

Con el cambio de los tiempos se ha modernizado un poco esta escapada al campo, pero no hace mucho tiempo, íbamos caminando hasta el monte de la Casilla de Segundo con nuestro cesto, en el que llevábamos el tenedor y una navaja pequeña, un hornazo (con uno o dos huevos que estampábamos en cualquier sitio), nuestros panes en miniatura (hechos expresamente para la ocasión), la bota de goma (con lo difícil que era sacarle a aquello algo de dentro) y la merendera, en la que no faltaba la longaniza, la morcilla, el huevo frito o la tortilla francesa y unas tajás de la orza: de tocino, de costilla y de lomo. ¡Preparándonos para la cruda Cuaresma!

Otra cosa que recuerdo son las caretas. No sé si fue una moda temporal o no, pero para ese día todos comprábamos caretas de cartón, imagino que por la proximidad del Carnaval…

El día de los Quintos

Este día no es sólo de los niños, también estaban y están los temidos Quintos, que te persiguen con las carretillas y a los que parece que no se les acaban las fuerzas.

Y para terminar, un paseo al Molar

Después de una larga mañana en el monte, la tarde se solía aprovechar para dar un paseo hasta El Molar viejo antes de volver a casa, esta vez ya con los padres, una vez que el sol empezaba a ponerse.

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La festividad del santo patrono de los animales se celebra el día 17 de enero y la noche anterior tienen lugar las tradicionales Hogueras de San Antón en las que todo el pueblo sale a la calle

El origen de la festividad a San Antón…

San Antón, como se conoce cariñosamente al santo, es en realidad San Antonio Abad, patriarca fundador de los primeros conventos y monasterios de la historia. Fue un monje eremita que vivió entre los siglos II y III en el Delta del Nilo y dedicó su vida ascética a la predicación y oración a Dios, sufriendo las más terribles tentaciones y privaciones.

Desde la antigüedad los fieles se han encomendado a él para que alejara las pestes y enfermedades que atacan a los animales, igual que alejó las tentaciones y horrores del demonio. Por este motivo se le suele representar acompañado de un perro, un gallo y, sobre todo, de un cerdo.

… y de su gorrino

La costumbre de representarlo con un cerdo proviene de la región francesa del Definado, donde el santo intercedió para que cesara una horrible plaga y, en agradecimiento, los campesinos llevaron a su monasterio cerdos marcados con una «T» y una campanilla al cuello, que podían deambular por las calles y comer lo que se les antojase. Además, cada año, los campesinos engordaban un cerdo y el día de su onomástica lo sacrificaban y lo repartían entre los pobres.

La rifa del gorrino de San Antón

De ahí viene la tradición de la rifa del «Gorrino de san Antón» en Abengibre, que meses antes era donado por alguna persona del pueblo para tal fin. Iba suelto por el pueblo y era alimentado por todos los abengibreños. Según relata Carmina Useros en su libro sobre las fiestas en la provincia de Albacete en Abengibre destacaba una ofrenda al santo para que preservara de todo mal a los animales domésticos, y con una matanza típica en la víspera y posterior subasta de las piezas del cerdo sacrificado.

Las Hogueras de San Antón

Además, la noche anterior a su celebración tienen lugar las Hogueras de San Antón, una costumbre ancestral utilizada como símbolo de purificación y destierro de los malos augurios, que también se realizan para San Blas.

La tradición manda que cada grupo de vecinos organice una hoguera y los chicos y chicas recorran el pueblo saltando cada una de ellas, al tiempo que los quintos espantan a los vecinos con sus temidas «carretillas».

El día de San Antón

El día de San Antón, el 17 de enero, la fiesta se traslada a la Iglesia donde su imagen preside el Altar Mayor y las celebraciones de ese día. Allí, tras la Santa Misa, se procede a la bendición de los animales que se han congregado a las puertas.

La fiesta de antaño

Como en otras fiestas, existe mucha diferencia entre la celebración actual y la antigua. Ahora que el trabajo del campo está mecanizado, son pocos los animales que se llevan a bendecir, limitándose casi exclusivamente a algún animal doméstico. Sin embargo, hace algunos años prácticamente todos los animales del pueblo estaban allí. Especialmente vistosas eran las mulas, enjaezadas para la ocasión.

También se celebraba una Carrera de Cintas, como la de las Fiestas de Mayo antiguas, para la que las mozas bordaban vistosas cintas de tela.

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