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También conocido como Sábado de Gloria, es el tercer día del solemne Triduo Pascual, en el que se da sepultura al cuerpo de Jesucristo, cuya procesión debería realizarse durante la madrugada, pero en Abengibre se hace el Viernes a las 20’30 horas, simbolizando en ese claroscuro el paso del viernes al sábado.

Al igual que Viernes Santo, es alitúrgico en el que no se puede celebrar la Eucaristía, sólo se permite llevar a cabo el rezo de la Liturgia de las Horas, hasta la celebración de la Vigilia Pascual. Normalmente el párroco tampoco finaliza la misa con el tradicional «Podéis ir en Paz», ya que es un tiempo de vigilia y espera, silenciosa pero esperanzada, a que Cristo vuelva entre nosotros.

Otras celebraciones

Este día también tiene lugar la Pascua de las Albricias, la primera celebración de Los Mayos en la que tiene lugar la plantá del mayo.

¡No te la pierdas!

El Sábado de Gloria en Abengibre

Procesión de la Soledad

Aproximadamente a las 20 horas, y sin misa previa, se realiza la conocida Procesión de la Soledad, con la imagen de la Virgen de los Dolores, acompañan las mujeres de la Cofradía de la Virgen de los Dolores, todas vestidas de luto, en señal de duelo, y tocadas con mantilla y peineta. La procesión, en riguroso silencio, parte de la puerta de la Iglesia, toma la calle San Miguel hasta la Plaza Mayor, para continuar por la calle de la Cruz, gira a la izquierda hacia la calle Calvario y vuelve a su punto de partida por la calle Mayor.

Una vez dentro del Templo, la imagen de la Virgen de los Dolores vuelve a ser puesta en el Altar Mayor de la Iglesia, para presidir el resto de los oficios de la Semana Santa.

Misa de Resurrección

A las 10 de la noche, igual que el día anterior, simbolizando con la oscuridad la madrugada del sábado al domingo, se realiza la Misa de Resurrección en la que tiene lugar la Bendición de las Aguas que han de servir para bendecir los bautizos, entierros y demás ceremonias litúrgicas durante ese año. Se trata de una misa de júbilo, de alegría por encontrar el sepulcro vacío, de esperanza en la resurrección de los muertos, en la que la Iglesia se llena de luz.

Procesión del Encuentro

A continuación tiene lugar la Procesión del Encuentro que también tiene su ritual. Los hombres, con la imagen del Resucitado salen en procesión por la parte derecha de la Iglesia, siguiendo el recorrido habitual de las procesiones: toman la calle San Miguel hasta la Plaza Mayor, continúan por la calle de la Cruz, giran a la izquierda hacia la calle Calvario y se detienen al llegar a la altura del Estanco. Por su parte, las mujeres bajan a la Virgen de los Dolores del Altar Mayor y, al salir a la puerta de la Iglesia, giran para tomar la calle Mayor y subir por ella hasta el Estanco de la calle Calvario.

Una vez juntos, el párroco bendice las imágenes y a los asistentes. La imagen de la Virgen de los Dolores retrocede un poco y, como si de las aguas del Jordán se tratara, la multitud de mujeres que acompañan a la Virgen despejan la calle y se amontonan en las pequeñas aceras para dejar paso al Resucitado y a todos los hombres que le acompañan.

Seguidamente salen la imagen de la Virgen de los Dolores y todas las mujeres camino de la Iglesia.

Una tradición casi perdida en Abengibre cuyo origen se remonta a la época romana y que festeja el inicio de la primavera y el cortejo de los jóvenes.

Mayos a las mozas de Abengibre

Los Mayos en mi pueblo se cantan desde hace más de 200 años, la noche del 30 de abril, sobre las 11. Los abengibreños se reúnen primero en la Iglesia de San Miguel Arcángel  para echarle los Mayos a la Virgen de los Dolores ante su altar. Desgraciadamente, como ocurre en otros muchos pueblos, se ha perdido la tradición de cantarlos a las mozas, a pesar de que en la década de los 90 una pequeña rondalla intentó sacarlos del olvido.

Antaño, los quintos de ese año eran los encargados de cantarlos. Comenzaban ya el Sábado de Gloria con las albricias y continuaban ahora llevando un palo alto, lo más alto posible, a la plaza de San Miguel, delante de la puerta de la iglesia, que luego decoraban con cintas de colores y matas de sembrao para anunciar el buen tiempo. Era la plantá del Mayo. Seguidamente entonaban los Mayos de la Virgen y, una vez concluidos, salían todos en cuadrilla para cantarlos a las novias o a las chicas que les gustaban hasta bien entrada la mañana. El padre que tenía una hija en edad casadera procuraba abastecerse bien de mantecaos, madalenas, vino y otros víveres para poder convidar a los cantores.

Una tradición casi perdida en Abengibre cuyo origen se remonta a la época romana y que festeja el inicio de la primavera y el cortejo de los jóvenes

Una buena voz de hombre era la encargada de conducir al resto de los quintos que hacían de coro, repitiendo cada dos versos, que es lo que ocupa la melodía principal. El acompañamiento lo hacían con botellas de anís, almirez, caña rajá, con un papel de fumar en la boca, un treguedillo (algo similar al triángulo actual), un acordeón e, incluso, una vihuela y una guitarra lira. Parece mentira que en un pueblo tan pequeño y en aquellos años, hubiera instrumentos tan raros como la guitarra lira. La explicación la relata Carmina Useros en su libro. Cuenta que los Mayos tuvieron gran esplendor hacia 1910 gracias al empeño que puso Antonio Sáez, un alpargateño y cordelero de profesión, jorquereño de nacimiento,  que vivió en Abengibre y enseñó a tocar a un grupo de mozos que, con este acompañamiento, dio aún más fuerza a los Mayos.

Mayo a la Santísima Virgen de los Dolores, de Abengibre

Estos Mayos fueron compuestos por el párroco Don José Matencio entre los años 20 y 30, para que fueran cantados por la cofradía de las Hijas de María, la noche del 30 de abril, antes de los Mayos a las Mozas. Son, como anotó Carmina Useros, un saludo a la Virgen y al buen tiempo.

Dada la gran tradición que existía por los Mayos antiguos y por la extensión de estos, hoy en día se cantan a la Dolorosa los mismos Mayos que se cantaban a las mozas. Ante su altar estuvo, desde que yo recuerdo, Tomás de la Cleofé, cuyo relevo han tomado la Anita de Juan Molinera y Miguel Honrubia “El Nano”. Antes de eso, eran los quintos los encargados de echar los Mayos a la Virgen para luego cantarlos a las mozas. Gracias a todos por hacer que siga viva esta bonita y alegre tradición de nuestro pueblo.

Letras de los Mayos

Si no te sabes los Mayos, no te preocupes, puedes imprimir estas letras o descargarte los archivos en PDF y ¡a cantar!

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