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José Luis es un apasionado de los deportes y los animales, pero si por algo destaca es por su gran preocupación por la atención a personas necesitadas. Aprovechando la nueva convocatoria del encuentro «Abengibre, tierra de Mushing y Canicross» ha contestado a esta entrevista en la que ha tenido que hacer un gran ejercicio de reflexión y nostalgia, pues parte de su corazón reside en Abengibre.

Cuéntanos algo sobre ti

  • Mis lazos con Abengibre, provienen de los largos veranos que pasé durante la infancia y adolescencia en el pueblo, mi padre nació en la misma casa donde yo voy de vacaciones y muchos son los recuerdos y amigos que aquí tengo.

Para quienes no te conozcan, ¿tú de quién eres?

  • Para las personas mayores de Abengibre soy nieto de la Virtudes, de la Virtudes de Pere, de su hijo Pepe Luis, el pequeño de los tres. Para los más jóvenes soy el hermano de Elisa la socorrista o, desde los últimos años, directamente me preguntan ¿tú eres el de los perros, no?

Háblanos de tu trabajo o a qué te dedicas

  • Mis estudios siempre han estado ligados a la atención de las necesidades y carencias de las personas, así pues siempre he tratado de estar actualizado ya que son muchas las dificultades y situaciones a las que me enfrento cada día en mi trabajo, soy Técnico Especialista en adaptación Social, Técnico Superior en Animación Sociocultural y Diplomado en Trabajo Social.
    Recientemente nos hemos juntado profesionales de diferentes áreas para abrir «Conexión Neuronal, Centro de Estudio y Actividades» en Almussafes (Valencia) donde soy socio fundador y codirector del centro.

Eres el organizador del Encuentro Mushing Fácil que todos los años se celebra en Abengibre a principios de noviembre. Háblanos un poco sobre él

  • Hace 8 años que practico este apasionante deporte, en estos años he pertenecido al Club Mushing Teruel y al Club Mushingfacil, donde he conseguido los mayores logros dentro del mushing. Este año somos campeones de España y llevamos 5 años siendo el primer equipo de razas nórdicas en cruzar la meta en la Travesía del desierto de Monegros.Organizar una competición de este deporte no es nada fácil, no solo depende de las personas, también del bienestar de los perros que van a competir. Hay que cumplir unos requisitos básicos en cuanto a temperaturas y calidad del suelo en el que transcurre la carrera, puesto que para nosotros lo primero es la salud de nuestros perros. Un suelo muy duro podría lesionar sus almohadillas y unas temperaturas por encima de los 15-16ºC podrían hacer que nuestros perros sufrieran un golpe de calor.

    Por todo esto, las primeras veces que convencí a los compañeros del club de que Abengibre podría cumplir los requisitos, nos reunimos en el camino de la Calerilla para realizar un entrenamiento, tras dos años se formalizó y nació «Abengibre, Tierra de Mushing y Canicross» una carrera que me emocionó desde sus inicios y que debe su nombre, no tanto a las condiciones que mencionaba, sino a la muy buena aceptación por parte de los vecinos de Abengibre, dispuestos a colaborar. Más de 20 patrocinadores, cada uno dentro de sus posibilidades, aporta o colabora para que la carrera sea posible. A todo esto hay que sumar las colaboraciones que se van plasmando sobre la organización de la carrera:

    • La facultad de veterinaria Cardenal Herrera CEU, tras un convenio que firmamos el año pasado, acude puntualmente a las carreras del club. Varios profesores y un grupo de alumnos conocen en Abengibre de primera mano el ambiente del mushing y las características de los perros de trabajo.
    • La escuela de Waterpolo de la Universidad Politécnica de Valencia, de la cual soy entrenador, acude también para ayudar en la organización y participar también en la modalidad de canicross.
    • Finalmente los Jóvenes Socialistas de Benifaió acuden a la carrera y colaboran también en la organización de dicho evento.
  • Estamos hablando de que en total entre corredores, familiares de estos, veterinarios, alumnos y amigos acuden sobre 100 personas a pasar el primer fin de semana de noviembre en Abengibre.

Naciste en Valencia y vives allí, pero has pasado muchas temporadas en el pueblo, además de tener raíces allí, ¿te consideras valenciano o abengibreño?

  • Imagino que igual que le pasará a más gente, cuando estoy en Valencia me siento abengibreño, y cuando estoy en Abengibre me siento valenciano.

¿Qué piensas o qué sientes al ver la silueta del pueblo cuando vuelves de viaje?

  • Cuando llegábamos toda la familia junta de viaje y pasábamos Casas Ibañez jugábamos a ver quién era el primero que veía la iglesia, que es lo primero que se ve desde lejos. Si llegábamos por la noche, estábamos atentos por si cruzaba algún conejo o algún zorro y al llegar corríamos a saludar a la familia y vecinos. Ahora han pasado los años y sigo sintiendo la misma emoción.

Cuando estás fuera del pueblo y nombras Abengibre, ¿qué es lo que dice la gente?

  • «¿Aben que?»

Lo que más y lo que menos te gustaba del pueblo cuando eras pequeño

  • Lo que más, las noches con los amigos, la tranquilidad del pueblo permitía que desde pequeños pudiéramos salir y, aunque no todas las noches eran tan tranquilas, siempre salíamos. Recuerdo además que con mi amigo Juan teníamos un lugar secreto donde íbamos a ver las estrellas y hablar sobre chicas.

Lo que más y lo que menos te gusta del pueblo ahora

  • Lo que más, el desarrollo necesario que está experimentando con las residencias que permiten que la gente pueda encontrar trabajo en el municipio sin tener que irse fuera. Lo que menos, que voy muchas veces pero siempre viajes fugaces.

Anécdota que recuerdas con cariño o nostalgia

  • Son muchas la verdad, el ir a ver como vaciaban los remolques en la cooperativa, ver la matanza en casa de algunos vecinos y amigos, el campamento que organizamos en Cabeza Pinosa y el llegar desde Valencia a Abengibre en bicicleta cuando cumplí los 18 años, dormir la siesta y esa misma noche nos fuimos con los amigos a la Feria de Albacete.

Una palabra abengibreña

  • Chache

Una expresión abengibreña

  • Esta se la escuchaba muchísimas veces a mi prima Mª Isabel: «Qué fuerte padre», para referirse a algún hecho que le sorprendía.

Una comida abengibreña

  • Sin lugar a dudas el asado de pollo y patatas que llevábamos al horno de la calle Valencia. Ahora lo preparamos en casa y, aunque no es lo mismo, no hay vez que vaya al pueblo que no me coma un buen asado.

Una fiesta abengibreña

  • Recuerdo con cariño las Fiestas de la Convivencia.

Un/a abengibreño/a al que admires o recuerdes con cariño

  • Pues tendría que nombrar a dos, uno es mi primo Juan, Juan de la Encarna, siempre ha sido para mí una de las personas más inteligentes que he conocido, de hecho de pequeño era el quien me ayudaba cuando se me rompía la bicicleta o necesitaba su ayuda, pero no antes de haber cambiado sus favores por permitirle que me hiciera 3 preguntas de cultura general. Solo me ayudaba si conocía la respuesta. Llegué a llamarle «Juan el de las preguntas».
    Por otro lado, siempre me ha llamado la atención los conocimientos sobre perros de Pepe Alberola. Tenía dos supergalgos, Áspid y Tiza, que ganaban todas las carreras en el Ardal y de pequeños, al juntarnos en la calle Valencia todos los críos, nos contaba anécdotas e historias con esa característica voz que a mí, al menos, me dejaban prendado.

Un paraje o lugar de Abengibre o de sus alrededores

  • El molar y barranco Romero.

Algún cuento o leyenda que recuerdes sobre Abengibre

  • Las aventuras de Sebastián de Juanaco.

Un recuerdo que tengas relacionado conmigo

  • Recuerdo veros por tu casa cuando tu madre aún tenia la peluquería, o la vez que fui con vosotros a coger Azafrán, era la primera vez que lo veía en flor.

¿Algo que te gustaría añadir?

  • Felicitarte, por el trabajo que llevas con la web, al poner Abengibre en cualquier buscador aparece abengibre.net, sin duda la mayor ventana de Abengibre al exterior.

Gracias por tu tiempo, espero verte pronto por el pueblo y que el encuentro de mushing y canicross sea todo un éxito, como siempre.