Martina es una joven activa y creativa, simpática y amable. Aunque vive en Florencia y la mitad de su familia es de allí, su arraigo a Abengibre es tan grande que todo el mundo dice que es más abengibreña que los abengibreños de toda la vida. Incluso ella misma se define como una abengibreña que por casualidad ha nacido en Florencia. ¡Es total! ¡Me encanta! Y seguro que a vosotros también.
Cuéntanos algo sobre ti
- Soy una italiana atípica o, mejor dicho, soy una abengibreña que por casualidad ha nacido en Florencia. Actualmente vivo entre esta ciudad preciosa y un pequeño pueblo en la zona del Chianti, que en algunas cosas me recuerda mucho a Abengibre. En España tengo a mis abuelos maternos, dos tíos y una tía, primos suficientes para montar un equipo de rugby y muchos amigos con los que he pasado veranos inolvidables y a los que echo siempre muchísimo de menos.
Para quienes no te conozcan, ¿tú de quién eres?
- Soy la nieta de la Carmen del Pastor, la mayor, la de su Tere. Pero muchos también me conocen como «la Italiana».
Háblanos un poco de tus estudios o a qué te dedicas
- Acabé la carrera en Abril del año pasado, me he licenciado en lo que en Italia se llama “Lenguas y Literaturas Europeas y Americanas”, con especialización en Traducción Literaria. En concreto he estudiado español como primer idioma, luego chino y catalán. No obstante la especialización como traductora, mi pasión por la lengua española y el interés por las nuevas tecnologías, han hecho que durante los estudios me aventurase en el mundo de la lingüística computacional y en la creación de C-Or-DiAL, un corpus de lengua oral para la enseñanza, realizado por la profesora que me dirigió durante la redacción de la tesis, y con la que sigo colaborando. A lo mejor algún día iré al pueblo con la grabadora para recolectar material para un corpus del abengibreño je,je,je…Además de estudiar e intentar seguir estudiando a través de la investigación, desde siempre trabajo con mis padres que crean y venden en sus tiendas productos artesanos típicos de Florencia y de sus alrededores. Pero desde hace un par de años, en cuanto puedo, me escapo de la ciudad y me refugio en el Chianti, donde mi pareja tiene un agriturismo, en el que también colaboro. Es un placer poder desenchufar de la vida de la ciudad y disfrutar de la naturaleza, tanto dando de comer a los animalicos como tomando un café en el jardín con unos turistas que vienen de la otra parte del mundo.
Vives en Florencia, aunque parte de tus raíces están en Abengibre, donde has pasado también algunas temporadas, ¿abengibreña o florentina? Porque tu madre dice que eres más abengibreña que ella… 🙂
- Florentina de nacimiento, Abengibreña en el corazón. Mi madre no es la única que dice que soy más española que ella y tendrías que ver cómo se pone mi padre cada vez que se lo dicen, ¡con lo orgulloso que es de ser Florentino! Je, je, je…
¿Qué piensas o qué sientes al ver la silueta del pueblo cuando vuelves de un viaje?
- Cuando paso por el cruce de Fuentealbilla y se empieza a ver la punta del campanario de la iglesia, ya se me estampa una sonrisa tonta en la cara y se me llena el corazón de felicidad. Pienso que ya estoy en mi casa, que ya veo a mi familia…, que mi abuela habrá preparado una espuerta de madalenas y una bañera de ajo…
Cuando estás fuera del pueblo y mencionas Abengibre, ¿qué es lo que dice la gente?
- “¿Ambregibre?” Y me ponen una cara de: “¿Pero eso existe de verdad? ¡Seguro que está en el quinto pino!”
Lo que más y lo que menos te gustaba del pueblo cuando eras pequeña
- Lo que más, pues la libertad que teníamos, pero también cosas como salir a la puerta de la calle por la noche y sentarme a tomar el fresco con los vecinos y la familia, o ir a coger fósiles con mi padre. La verdad es que me gustaba todo, incluso cuando llegaba a casa y ya se habían enterado antes que yo de lo que había estado haciendo por ahí… 🙂 Lo único que no me gustaba era tener que volver a Italia.
Lo que más y lo que menos te gusta del pueblo ahora
- Me gusta mucho la tranquilidad, la gente, el hecho de que todavía vayamos a ver estrellas por la noche… Lo que menos me gusta es que se hace siempre más difícil coincidir todos, pero así es la vida.
Anécdota que recuerdas con cariño o nostalgia
- ¡Buuuuffff, habría buen material para escribir un libro! Una de las que se pueden contar (je, je, je) es de cuando tendría unos 10 años y con mi prima nos subíamos a la cámara de mi abuela a sacar trastos para jugar, para nosotras era como ir en busca de tesoros escondidos por los piratas. Pues una vez ella se cayó rulando por las escaleras desde el primer escalón y menudo susto me llevé, pero menudas risas cuando la vi levantarse toda azul por la pintura que se caía en cuanto la tocabas. ¡Parecía un pitufo cabreado! jajajajaja
Una palabra abengibreña
- Golismiar o Güacho/a
Una expresión abengibreña
- Te paece que… o Miasi rebentaras
Una comida abengibreña
- Ajo acompañado por un buen rollo de pan
Un dulce o postre abengibreño
- Las Toñas
Una fiesta o tradición abengibreña
- Creo que me quedo con lo más tradicional: la Navidad. Pasarla en el pueblo para mí siempre ha sido muy atractivo y muy distinto de como es en Italia, además ¿cómo se le puede llamar Navidad si en Nochebuena no hay por lo menos 15 personas sentadas en la mesa y si no hay brasero ni «Aguilandos»????
Un/a abengibreño/a al que admires o recuerdes con cariño
- Nuestra vecina Fermina, una mujer que siempre estuvo presente en el día a día de nuestra familia y a la que siempre le tuve mucho cariño. La recuerdo haciendo conserva o matando poyos con mi abuela, o cuando mientras jugaba en el patio con mi prima y mi hermano ella se subía a la cámara, asomaba la mano por una ventana y nos asustaba fingiéndose una bruja, pero al final siempre nos tiraba almendras por habernos portado bien.
Un paraje o lugar de Abengibre o de sus alrededores
- Hay varios que me encantan pero el Picayo quizás sea el más representativo, de ahí se ven el Pino Juan Molinera, las huertas, las cuevas y sobre todo la Piedra Encantá. Cuántas tardes y noches hemos pasado charlando sentados en el mirador, o intentando tirar la piedra claro…
Un juego popular (infantil o actual) que te guste
- Cuando era pequeña, además de tirarme con los cochecillos por la cuesta del lavadero con mi prima, jugaba mucho al descanse o al Tranco con mis vecinas.
Destacarías algo de nuestro patrimonio histórico-artístico
- Evidentemente, los Platos de Abengibre.
Algún cuento, leyenda o anécdota que recuerdes sobre Abengibre
- Mi abuela siempre me contaba las leyendas de Juanico y Marijuica, y la del Pastorcillo y la Luna.
¿Conoces Abengibre.net? Cuéntanos lo que más y lo que menos te guste, lo que mejorarías y lo que echas en falta
- ¡Claro que lo conozco! Es impresionante el trabajo que has hecho y sigues haciendo, creo que es muy importante mantener y difundir las tradiciones y la página web es una idea genial. Como ya sabes, críticas no tengo ninguna, quizás lo único es que yo intentaría dar más visibilidad a la sección de eventos. Y, ¿sabes lo que sería bonito? Añadir una sección en la galería de fotos en plan «como éramos» con viejas fotos, de época o de cuando éramos pequeños, de las reinas, de los quintos, etc.
Un recuerdo que tengas relacionado conmigo
- Desafortunadamente no tengo recuerdos relacionados contigo, nos hemos conocido hace muuuy poco.
¿Algo que te gustaría añadir?
- Nada en particular, tan sólo quisiera darte las gracias y recordarte que puedes contar conmigo por cualquier tipo de ayuda que necesites con la página.
¿A quién enviarías esta entrevista?
- A mis abuelos, bueno se la imprimiré para que la lean.
¿Quién te gustaría que contestara a esta entrevista?
- Pues no sé, quizás alguien como Juan del Rojo, pero seguro que cualquier persona del pueblo nos contaría cosas muy interesantes.
Gracias por tu tiempo, espero verte pronto por el pueblo
- ¡De nada Rosa, gracias a ti! Y si al final no publicas la entrevista da igual ¡Me lo he pasado genial contestando a las preguntas! 🙂 Besosss