Preparar el juego
Primero se debía preparar el lugar de juego, para lo cual se hacía un círculo, llamado «el redonde», de 40 ó 50 cm. de diámetro, a unos 10 metros de una pared. Luego debían establecerse los turnos de juego: desde este círculo cada jugador tiraba un tejo contra la pared y el que más se acercaba a ella era el mano, es decir, el que tiraba primero a los santos del redonde o círculo.
Empezar a jugar
El primer jugador tiraba su tejo desde la pared para intentar sacar los santos del redonde. Ganaba todos aquellos santos que consiguiera sacar.
Una vez que tiraba el primero, el último jugador era el encargado decir una de estas tres cosas: «Tirarles», «Matar sólo» o «Atarules».
- Si decía «Tirarles», todos tenían que tirar a sacar los santos del redonde con el tejo.
- Si decía «Matar sólo», no se podía tirar a los santos, sino al tejo del que había tirado antes y, si le daba, sacaba su posa (sus santos o carpeta) del redonde con la mano, asegurándose así de no perderla.
- Si decía «Atarules», se podía tirar independientemente a los santos del redonde o al tejo, con lo cual la ventaja era mayor.
Cuándo termina
El juego terminaba cuando se habían sacado del redonde todos los santos.