Fritillas de Semana Santa
Un dulce típico de la Semana Santa, para endulzar la dura Cuaresma...
Sugerencias:
Mi abuelo Jesús se las comía como si fueran sopas, mojadas en agua caliente con azúcar y canela, yo siempre las he comido solas o mojadas en leche, pero él decía que así estaban buenísimas.
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Batimos bien los huevos, primero la clara y después la yema.
Mezclamos bien todos los ingredientes para que quede una masa blandita.
Una vez hecha, dejamos que la masa crezca, más o menos un cuarto de su tamaño original.
Luego la echamos en un embudo grande, o en una taza, y se van echando con cuidado al aceite bien caliente como si fueran churros, y se sofríen.
También se puede utilizar una manga pastelera, pero la gracia de este dulce está en su irregularidad.
Cuando ya estén bien doradas, las sacamos, se reservan en un plato y ya podemos degustarlas remozadas en azúcar, solas, mojadas en leche o chocolate...
Ingredientes
Instrucciones
Batimos bien los huevos, primero la clara y después la yema.
Mezclamos bien todos los ingredientes para que quede una masa blandita.
Una vez hecha, dejamos que la masa crezca, más o menos un cuarto de su tamaño original.
Luego la echamos en un embudo grande, o en una taza, y se van echando con cuidado al aceite bien caliente como si fueran churros, y se sofríen.
También se puede utilizar una manga pastelera, pero la gracia de este dulce está en su irregularidad.
Cuando ya estén bien doradas, las sacamos, se reservan en un plato y ya podemos degustarlas remozadas en azúcar, solas, mojadas en leche o chocolate...